Para muchos, la cocina vegetariana sigue siendo sinónimo de aburridas y desaliñadas ensaladas. Para otros, es casi una religión, una filosofía de vida. Lejos de cualquier discurso, en Verde Sazón apuestan por el sabor, todo, a través de preparaciones creativas que hacen felices tanto a vegetarianos como a carnívoros. Fue en un foodtruck que Roberto Luque, su chef y dueño, partió haciendo una cocina que encontró su punto fijo hace poco más de un año en un local de Barrio Italia donde antes pasaron otros restaurantes sin pena ni gloria. La madera – mucha de ella reciclada – domina el ambiente desde las paredes al mobiliario, incluyendo también el soporte de platos como la Trilogía de tostadas a la verde ($ 9.600), una gran y colorida tabla poblada con una buena muestra de su cocina: hummus de betarraga, palta, chips de kale, frutillas, hojas verdes y dukkah; chancho en piedra, olivos, queso de cabra ahumado y albahaca; ceviche de verduras, puré de papa y camote, crocante de cochayuyo y cilantro. Un festín que sorprende por su complejidad de sabores, sobre todo en el mix donde está presente el hummus.
En los fondos, imperdible es el Risotto de betarraga y queso azul ($ 7.800, en la foto), una combinación que resulta más liviana que los risottos tradicionales y que brilla por sus contrapuntos, a lo que se suma un toque de queso parmesano y nueces que otorgan un lado crunchie. El Curry verde ($ 7.200), es un contundente plato de rico picor a base de leche de coco con brócoli, zucchini, cebolla morada, pimentón, camote crocante, almendras tostadas y piña asada, acompañado de arroz basmati. Las hamburguesas veggie, aquí llamadas “burgas”, le sacan trote a la vista y al paladar, como ocurre con la Burga de champiñones ($ 7.200), completada con queso de cabra ahumado, cebolla, tomate, lechuga, pepinillos de la casa y mayo vegana en pan de tomate y ajo. Power, como también ocurre con varios de sus postres, y ahí está la Tía Leo ($ 4.500), una atómica torta vegana de bizcocho de cacao con manjar de coco, fruta de la temporada y “nutella” de almendras.
Capítulo aparte es su nueva y estupenda oferta de cócteles, algo que es una rareza en este tipo de restaurantes y que es el reflejo del talento de Nicolás Aguilar, un joven bartender que llegó hace pocos meses desde Punta Arenas. Aquí, Aguilar logra la inspiración acompañado de excelentes materias primas, dando vida a creaciones como el Verde Sour ($ 3.500), a base de pisco, syrup de agave infusión jengibre, jugo de lima, matcha, menta y aquafaba. Un cóctel elegante y sexy, que le da varias vueltas al clásico pisco sour, remplazando el azúcar por agave y la clara de huevo por aquafaba. El Puestero ($ 4.200, en la foto), presentado en una copa que simula un mate, es un homenaje a los hombres y mujeres de Magallanes, en una mezcla que incluye pisco infusionado con manzanilla, syrup de huesillo, agua de mate y jugo de pomelo. Muy equilibrado y con un rico toque amargo al final, es un cóctel que ya quisieran muchos bares de renombre en la capital.
Verde Sazón.
Av. Italia 857, Providencia.
Teléfono 9 4915 7295.
BONUS TRACK. Su pequeña carta de vinos invita a beber joyitas a muy buenos precios. Buen ejemplo de ello es el espumante Brut Garibaldi ($ 2.900 la copa), Puente Austral Sauvignon Blanc ($ 3.000 la copa), Robba Rossi Sangiovese/Primitivo ($ 19.800 la botella), Villaseñor Kenos Cabernet Franc ($ 11.900 la botella) o Pandolfi Price Larkun Chardonnay ($ 18.000 la botella).
Fotografías: 1 y 2. Roberto Luque 3. Nicolás Aguilar @omalleycocktails