La primera vez que probamos la cocina de Quitral – a meses de su apertura en el 2014 -, la experiencia resultó estimulante, con una propuesta que por entonces estaba en manos de Carlos Mardones, chef que después partiría a hacer lo suyo a Macerado, el restaurant de Viñamar. Hoy, es Cristian Hatte quien lleva los fuegos de este lugar que se mantiene firme a su esencia, esto es, una acotada pero precisa oferta de platos que con una chispa de creatividad, rinden tributo a la cocina chilena. Por esto días, su carta se renueva incorporando nuevos platos, como es el caso del Crudo de Res ($ 8.300), preparado con cilantro, mostaza y quinoa crispy, esta última aportando crocancia y más sabor a un plato que ya es juguetón por su verde y muy sugerente caldo a base de perejil. Siempre para compartir, otro plato que juega aun cuando no es tan nuevo es la Palta grillada ($ 7.900, en la foto siguiente), la cual llega directo de la parrilla y coronada con camarones salteados y salsa de ají panka con un toque de cilantro y puerro. Tierna y muy cremosa, hay que saber que llega junto a mini sopaipillas y es actualmente la palta más buscada del barrio.
Los frutos del mar siempre han sido parte fundamental de la propuesta de Quitral, los cuales ahora suman nuevos integrantes, partiendo por un plato llamado simplemente Langostinos y Calamares ($ 14.700), en donde los crustáceos llegan asados a la parrilla, mientras que los moluscos lo hacen rellenos de chupe de pulpo gratinado en queso de oveja. Acompaña al conjunto tiernos papines salteados en mantequilla de avellanas, además de avellanas partidas y tostadas, las que aportan no solo textura, sino también notas terrosas que contrastan con los sabores marinos. El segundo estreno acuático es el Pejerrey con Loco ($ 11.400), el cual trae pejerreyes fritos y rellenos con chupe de loco, acompañado de un exquisito, cremoso y suave puré de coliflor asado a la parrilla. Una vez más, mar y tierra.
La carta, que mantiene clásicos del lugar como sus notables Papas rellenas con mechada, incorpora además una preparación en donde el sabor iguala el tamaño de su cariño: Rabo de Buey ($ 8.900, en la foto inferior), cocinado a baja temperatura en vino tinto por 6 horas y acompañado de unos increíbles porotos con mazamorra y un toque de ají de color. Una fina masa que lo hace parecer un canelón, pero que en realidad está hecha a base de pan de molde – al estilo de las preparaciones españolas -, envuelve una carne tierna, sabrosa, que se deshace con el tenedor y que se potencia con su mismo demi glace. Notable.
El lado inquieto de la cocina de Hatte vuelve a aparecer en los postres. Ahí está el Brownie Invertido una preparación en la cual se alternan los roles del clásico brownie con helado: el primero, en vez de caliente llega frio, y el segundo, lo hace frito en un rebozado a base de cornflakes, todo acompañado de frutillas y peras. En fin, en Quitral hay renovación y ganas de seguir prendiendo la cocina chilena. Que no se apague el fuego.
Quitral, Fuego & Cava.
José Victorino Lastarria 70, Local 4.
Telefono +562 26640850
Más información en www.quitral.cl y en twitter @Quitral_resto
Fotografías: Sabine Greppo @ sabinegreppo.com