Corren nuevos tiempos en Aresti. Esta tradicional viña familiar, sigue cosechando los frutos de un proceso de transformación que se inició hace ya 5 años, cuando a la par de un cambio de imagen, no solo comenzó a incorporar nueva tecnología – lo último es una flamante planta de embotellado – , sino también a explorar nuevos terroirs y sumar más hectáreas de cultivo y variedades de cepas. Como símbolo de su renovación, la línea Trisquel está sin duda en la cresta de la ola, con vinos que en el ultimo tiempo han dado que beber y hablar. Un ejemplo del notable trabajo de su director enológico Jon Usabiaga, y donde destacan, entre otros, un Merlot de altura de la zona precordillerana de Curicó y un Chardonnay costero de Vichuquén. Ahora, es el turno de dos nuevos integrantes, partiendo por un Carmenere, cepa que desde hace años querían incorporar a la línea. Con uvas que provienen de viñedos cercanos a su bodega en Molina, se trata de un vino fresco y que se aleja del clásico estereotipo de la variedad. Tiene un perfil frutal donde abunda la guinda y la frambuesa, con algo de notas herbales y también especiadas por el lado más dulce. El otro debutante, y proveniente de la costa de Curicó, – precisamente de la zona de Licantén a los pies de la Cordillera de la Costa -, es un singular Malbec que se muestra muy frutal y con una acidez exquisita. Hay cerezas y berries, pero también notas a chocolate amargo junto a un toque silvestre.
Trisquel Gran Reserva Carmenere 2017 y Trisquel Series Malbec 2017 tienen un precio de referencia de $8.790 y $10.990 respectivamente.