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Hotel Alaia: una experiencia gastronómica en Punta de Lobos

A seis kilometros de Pichilemu, en Punta de Lobos y frente a la playa El Diamante se encuentra Alaia, un hotel en donde la aventura y el relajo frente al mar son excelentes aliados. Su dueño, Nicholas Davis, se inspiró en el nombre de una tabla de surf de madera que utilizaron los primeros surfistas hawaianos llamada Alaia. El arquitecto, Nicolas Pfenniger, pudo crear un excelente concepto de no interrumpir el entorno y trabajar con madera reciclada post-terremoto. Cada punto del hotel cuenta con vistas próximas al mar que nos permite admirar la costa de Pichilemu. Un lugar cálido, acogedor, en donde se vive una experiencia en todo momento y más aun cuando de cocina se trata. Desde sus inicios, primero junto al chef José Luis Merino, y ahora en las manos del chef Juan Morales – quien también dirige la cocina del Bar Mañio y antes estuvo tras el desaparecido restaurante D.O -, han podido inspirarse en los productos de la zona y en especial apoyar a los pequeños productores creando una propuesta creativa y especialmente fresca. Junto a Juan Morales, el chef Pablo Segovia lidera la propuesta gastronómica entregando platos sabrosos y potenciando productos del mar – como pescados de roca y mariscos poco preciados – con ideas creativas logrando excelentes sabores.

Fuimos un fin de semana a probar su cocina y partimos con las Empanaditas del Mar ($ 8.200), 6 exquisitas empanadas de cochayuyo, lapa y el clásico camarón-queso. Muy sabrosas e ideales para compartir. Para seguir con algo más fresco pedimos el Tiradito Alaia ($ 9.500, en la foto anterior) que lo hacen con la pescada del día, cítricos, encurtidos, crutones, papa camote y ají verde. En esta ocasión nos toco Rollizo, un pescado de roca que habita en todo el litoral chileno y peruano. Siendo algo difícil de conseguir porque vive en las profundidades del mar, se caracteriza por tener una carne bastante consistente. Un plato visual lleno de colores. La estrella fue la Vieja Rica ($ 12.500, en la foto que sigue), sabroso pescado con un cremoso de almendras tostadas, habas salteadas y vinagre balsámico, dando este final un retrogusto algo dulce y ácido. Una notable mezcla de sabores.

El Cordero con cremoso de chuchoca ($ 12.500) también fue un acierto. Hecho con el garrón delantero de un cordero cocinado por 12 horas y acompañado de un guiso de hongos (paris, ostra y callampa de pino). Un plato muy sabroso y donde hay que recalcar que la recolección de setas lo realiza el mismo equipo de cocina. Como siempre hay espacio para el postre, pedimos la Papaya Alegre de Cahuil ($ 5.500) con granizo de naranja y espuma de leche, y la clásica Leche Nevada ($5.500), la cual nos trasladó a la infancia. Después de una experiencia así, disfrutamos la vista al mar y el atardecer. Un lugar increíble para hospedar cerca de las olas más constantes de Sudamérica.

Hotel Alaia
Camino Punta de Lobos 681, Pichilemu
Teléfono: (+56-9) 5701 5971
contacto@hotelalaia.com
www.hotelalaia.com

Fotografías: 1. Hotel Alaia / 2 y 3 @ Carlos Osorio @charleoso

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