Ya sea en la mañana, tarde o noche, en Puelo se vive una experiencia en torno a productos nobles y sabores equilibrados, sello de un trabajo que ha convertido a este lugar en algo que está más allá de un clásico Specialty Coffee.
Puelo Specialty Coffee Bar es mucho más que una cafetería. Con varios ambientes y una propuesta transversal, aquí encontramos una mezcla de alquimia, magia y corazón. Emplazado en calle Las Catalpas, a un costado de Av. Vitacura, Puelo ofrece café de especialidad – tostado nacional que asegura el frescor de los granos -, una variada carta con productos elaborados a partir de materias primas orgánicas y sustentables, y un maravilloso y completo bar para el deleite de las tardes.
Benjamín Bravo, su dueño, impregnó cada rincón de este lugar – que ojo, es pet friendly – con la intensidad de sus experiencias de viajes por Australia. Allí conoció otra forma de vivir la cultura cafetera y quiso implementar todo aquello aquí, en su local. Esto sumado a un ambiente sureño y a unas ganas tremendas de que el brunch finalmente tenga el podio que merece: disponibilidad full day.
Entre baldosas psicodélicas y coloridas murallas decoradas con murales y cuadros onderos, se abre camino un patio interior luminoso respaldado por una bella y destellante barra. Sus mesas, sillas y toda la decoración, recuerdan a antiguos bistrós. Son las once de la mañana y no estoy segura si pedir un Cappuccino o un Manhattan…o quizás ambos.
La mejor manera de comenzar el día.
Toda esta sensación fresca se puede ver reflejada también en su carta y en sus platos, y en el trasfondo que hay en ellos. La propuesta tiene un giro ecológico y sustentable, asociándose con productores locales ecoamigables. Además, utilizan carnes y huevos de animales de libre pastoreo. Y ustedes pueden imaginar cómo se agradece eso cuando te vas a comer un huevo perfectamente pochado…su sabor profundo se expresa pulcramente.
Trabajan con café de especialidad de Singular Coffee Roasters, reconocidos tostadores nacionales de café emplazados en Santiago. Trabajan con cafés de diferentes partes del mundo que son seleccionados por la calidad de su terroir y por el buen manejo pos cosecha. Todo esto se traduce en cafetería de alta calidad, de aromas diversos y acidez equilibrada.
Estos cafés dan para mucho, desde un desayuno vigorizante con espresso, pasando por un americano, un café con tónica al almuerzo o un buen coffeetail – ya hablaremos de ello – para cerrar el día.
En primera instancia decidimos degustar una de las propuestas de brunch (los que vienen armados están disponibles hasta las 15.30 hrs) para acompañar nuestro café americano. Dos tostadas de masa madre con gravlax de salmón (también pueden ser con jamón serrano) montadas con huevos benedictinos, palta y salsa holandesa; un jugo de naranjas fresco y un bowl de aÇai con fruta fresca y granola casera (“Brunch del Sur” $21.000), un verdadero desayuno de campeones.
Disponibles también en el brunch están las Tostadas Ensenada que vienen con palta, mozzarella, tomates cherry y albahaca, un enfoque más fresco ($7.200).
Un almuerzo entre nobles sabores.
Cuando ya pasamos a la hora de almuerzo pedimos un Tiradito de Trucha con garnish de pimentones, caviar de menta y limón, acompañado de una vinagreta de maracuyá y copao ($9.500). Cada ingrediente resalta por su frescura, pero sobre todo el pescado. Luego nos deslizamos por un goloso Tártaro de vacuno Benedictino, el cual viene servido sobre pan brioche de betarraga y coronado con un huevo pochado trufado bañado en salsa holandesa ($9.500).
Para los que prefieren que las estrellas del plato sean los vegetales está el Tagua Garden, con un mix de tiernas verduras asadas –brócoli, hongos y alcachofas- sobre una tierra de frutos secos y puré de zanahorias acompañado de toques de lactonesa verde ($8.000). Acompañando este plato, buena idea son los mocktails, como el que mezcla Kombucha con Pomelo ($5.000).
Entre los postres – y aquí nuevamente es infaltable un buen espresso -, destaca su increíble Pie de Limón, con una fama ya aclamada por los vecinos del barrio ($4.000 el trozo), o la inigualable Torta de Creme Bruleé rellena con mermelada de frutos rojos. deliciosa en todas sus dimensiones ($4.000).
Bebiendo en la bella barra de Puelo.
La barra, de estética vintage, despacha varios aciertos, partiendo por los especiales de la casa como La Rosa del Puelo, elegante cóctel que combina gin, limón, syrup de rosas y jengibre, suavemente dulce ($6.900, en la foto que sigue), o la Flor de Huesillo, mezcla de ron, limón, maracuyá, jengibre y syrup de huesillo ($ 6.500). Claro que no faltan los clásicos, y ahí están, entre otros, el Moscow Mule, el Negroni o el Old Fashioned.
En estreno por estos días, sorprende el equilibrio, efervescencia y notable sabor de Puelo 43 ($ 8.000, en la foto que sigue), especie de spritz a base de Licor 43 – atentos a este licor que es un viaje entre notas florales, dulces y cítricas – y espumante brut. Refrescante y muy versátil, es un cóctel ideal para la terraza a esa hora en que cae la tarde. El mismo Licor 43 se luce en uno de sus clásicos, Carajillo ($ 5.000), cóctel que ha comenzado a desfilar en distintas barras de Santiago y que como alternativa al Espresso Martini – también disponible en carta -, contiene una buena dosis de café espresso.
Los vinos son otra opción a la hora de beber o acompañar sus platos. Con una carta acotada y con presencia de etiquetas orgánicas, desfilan clásicos como Coyam ($ 6.500 la copa, $ 25.000 la botella), el Orzada Cabernet Sauvignon de Odjfell ($ 5.550 la copa) o más nuevos como el Cromas Carmenere de Los Vascos ($ 23.000 la botella).
¿Cervezas? Además de algunas marcas disponibles en barril, mensualmente cuentan con una cerveza invitada, así dan cabida a cervecerías emergentes y también aportan variedad para que los comensales puedan disfrutar sabores nuevos.
Puelo Specialty Coffee Bar
Las Catalpas 1522, Vitacura.
@puelocafe