Experiencias Panoramas

Chocolate made in Chile

El chocolate en Chile se va abriendo paso con elegancia. Si antes fue la bombonería de lujo – que usa chocolate ya procesado traído del extranjero-, hoy la tendencia son los chocolates hechos en Chile, lo cual hace que un eslabón más de la cadena de elaboración del chocolate se haga de manera local, generando más cercanía entre consumidor y productor. Si bien el cacao no es posible de cultivarse en Chile – existen estudios en desarrollo pero aún nada que augure posibilidades -, tenemos la enorme ventaja de tener la Amazonía en nuestro vecindario, y es en esta selva en donde se han encontrado los mejores orígenes de cacao. Es con esta visión que pequeñas empresas han comenzado a elaborar chocolate con insumos importados de países como Perú y Ecuador.

Es el caso del ya reconocido chocolate Óbolo, ganador de premios a nivel internacional, y que se han ganado el título del primer chocolate bean to bar de Chile hace un par de años y que hoy vuelven a romper los esquemas abriendo el primer taller de chocolatería bean to bar, el cual se encuentra en Av Italia #1584 y en dónde es posible presenciar el proceso de elaboración, comprar los productos y asistir a charlas y catas con maridajes de sus chocolates. Óbolo ha trabajado desde sus inicios con una cooperativa peruana que trabaja tanto con granos de cacao como con granos de café, y para un chocolate bean to bar la calidad de origen no solo se basa en la zona y la variedad de cacao sino también en que las cooperativas o las fincas entreguen granos limpios y sanos, ya que en manos de ellos queda uno de los procesos fundamentales para el desarrollo de notas características del chocolate: la fermentación de los granos.

En paralelo chocolates Munay ha hecho lo suyo con cacao de procedencia ecuatoriana, un cacao con notas más florales a diferencia del cacao peruano que suele ser más frutoso. Los chicos de Munay se han focalizado sobretodo en la elaboración de chocolates saludables, resaltando el uso de azúcar de caña, estevia, una barra 100% cacao, las variedades de chocolate blanco con leche vegetal, entre otras delicias que no nos dejan nada de culpa. Se han hecho de un bagaje importante los con viajes de visita a las fincas ecuatorianas en busca del mejor cacao original, descartando la oferta de cacao genéticamente modificado que es el que mayoritariamente se encuentra en las plantaciones de aquel país. Han hecho alianza con la cervecería Zsot con la cual realizan entretenidas catas de maridaje con chocolates y cervezas.

El conteo sigue, y dentro de los chocolates con mejor envoltorio, sin dejar de lado su buen chocolate, son los chicos de La Barra. Ellos han escogido para su producto nibs de cacao ecuatoriano. Los nibs corresponden a trozos de grano de cacao, entonces son recepcionados y procesados con azúcar de caña para desarrollar sus barras, dentro de las cuales ostentan sabores entretenidos como la que incorpora leche de cabra holandesa, la barra con naranja y jengibre, o la barra picante con merkén que exalta las papilas y el sabor del chocolate. Foco de miradas son sus envoltorios, cada barra corresponde a un artista ilustrador diferente, desarrollando una gama de colores muy atractivos a la hora de presentar un regalo bien hecho, desde su interior hasta el detalle final que lo resguarda, ostentando la nobleza del producto y el cuidado que tienen por el mismo. Ellos han optado por maridar sus chocolates con variedades de té, y se puede estar al tanto de catas en La Tetería.

Finalmente los chocolates Kapai son los más recientes en unirse a este mundo chocolatero que se está formando a paso firme. Pero no por ello podemos decir que han seguido algún molde prediseñado. Kapai elabora sus chocolates a partir de licor de cacao traído desde Ecuador y es endulzado sólo con frutos secos como pasas y dátiles. Ellos usan la integridad del fruto, con el hollejo, esto les da a sus barras una textura un poco más granulosa, pero también los convierte en un producto mucho más sabroso, con las propiedades de la fibra de los frutos. Como consecuencia cada bocado tiene un mayor nivel de saciedad, contiene una concentración de vitaminas y antioxidantes todavía mayor sumado a los propios del cacao, y además trae consigo beneficios para el tracto digestivo, siendo más que una placentera barra de chocolate un producto alimenticio funcional. Su dueña ideó estas barras precisamente cuando se le presentó la necesidad de alimentarse concientemente durante su embarazo, sin tener que privarse de las bondades de un buen chocolate.

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