Pionero en la elaboración de chocolate bean to bar – o del “grano a la barra” – en Chile, Óbolo es una nueva experiencia, un festín para los sentidos. Hablamos de un chocolate elaborado a partir de granos de cacao orgánico cultivados por pequeños productores en Perú, los que luego de pasar por un proceso de fermentación y secado, llegan directamente a un pequeño taller de Ñuñoa donde se convierten en un exquisito chocolate en barra. Su cosecha 2015 – sí, al igual que en el vino, vayan acostumbrándose ahora a esto de la “cosecha del cacao” -, de origen Pangoa, su “terroir” en la selva central del Perú, trae marcadas notas frutales y un carácter intenso, único. Solo cacao orgánico y azúcar de caña para el flechazo inmediato: notas a cáscara de naranjas, pero también a guindas, se combinan con especias y sutiles toques a pan tostado; un crujido, otro trozo, y ya sabes que lo que viene es pura felicidad. “Este chocolate es una aventura desde sus inicios, porque empieza con un inolvidable viaje al origen del cacao, en plena selva amazónica” explica Mark Gerrits, su creador, quien hace tres años empezó haciendo ensayos con el chocolate hasta que lo lanzó al mercado el 2015, cuando logró un producto de calidad mundial. No por nada, hace pocas semanas fue reconocido como uno de los mejores chocolates del mundo, tras ganar Oro en la octava edición de los Academy of Chocolate Awards en Londres. Todo un hito para Chile. Corran por cualquiera de sus 4 formatos: puro 70% cacao, 85% cacao, con sal de Cáhuil o con nibs. Y ya que llega el invierno ¿alguien dijo chocolate caliente?.
Óbolo se puede encontrar en Colmado Coffee, Nube Gourmet, Original Green Roasters, Santiago Wine Club y Xoco por Tí, entre otros lugares.