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Movi Night, la noche de los vinos libres

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Cae la tarde. Libres por los jardines de la Embajada de Italia, deambulamos con nuestras copas en busca de mostos salvajes, rebeldes. Mientras el jazz de Cristóbal Menares Trío sonaba en el escenario y unas mantas dispuestas en el césped – con canastos llenos de frutas -, nos invitaban a relajarnos, la parrilla de La Bifería comenzaba a prenderse. A unos metros, los crujientes baguettes de Eric Kayser eran rebanados con maestría y más allá el salmón ahumado de Dos Peces se hacía irresistible.

Las copas comenzaron a llenarse y ansiosos vinos blancos debutaban en público. En busca de los intensos aromas de vinos costeros, algo inesperado ocurrió con los Sauvignon Blanc de Villard, García Shwaderer y Polkura. Sorpresa, ya no hay que asombrarse por la ausencia de perfumes en los Sauvignon Blanc, porque lo bueno viene después. Blancos que llenan la boca, para masticarlos, complejos pero muy chispeantes. Este nuevo canon persistía y llegaba al clímax con el crocante Chardonnay de Clos Andino.

El rock inundaba el escenario y nuestro recorrido subía de revoluciones con golosos vinos tintos. Imperdibles – y muy diferentes – los Syrah de Trabun y Tunquen, el sorprendente descubrimiento del ensamblaje “con pechos” de Rukamilla, y nuestro favorito de la noche, Clos Andino y su tremendo Carmenere de Peumo. De tanto en tanto, y sin soltar la copa, las parrillas de Dos Peces y La Bifería – a full – nos llamaban a disfrutar de sus cortes de carne y de forma inesperada, nos arrancamos al backstage de La Resistencia donde vimos el cielo con los productos de Calper Diu.

Pasada la media noche, la fiesta dio paso a los beats de la música electrónica de Dj Penny Lane, momento preciso para dejarse caer en los open bar de whisky Buchanan’s y vodka Ciroc. La noche sonreía. Ya tumbados en los sofás, y en medio de una interminable conversación, disfrutábamos de un refrescante cóctel a base de vodka Ciroc, menta y pepino. Otro cóctel y más amigos. La noche de los vinos libres llegaba a su fin. Un triunfo para MOVI y para nosotros, la Dolce Vita.

Fotografía: Eduardo Figueroa

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