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Brunapoli: Italia en Vitacura

La conocida pizzería Brunapoli abrió su segundo restaurante hace poco más de dos meses en Nueva Costanera. Su carta de pizzas es la misma que se encuentra en La Dehesa, pero aquí además cuentan con una propuesta de pastas frescas que va tomando fuerza y una hermosa y larga barra con una coctelería de autor que está imperdible. Casi todo en Brunapoli ha sido traído desde Italia, desde la harina para preparar la masa, los tomates, quesos y embutidos, hasta el horno en donde se hornean las pizzas. Incluso el maestro pizzero, el pizzaiolo Raffaele Medaglia, reconocido en su oficio por su paso en restaurantes de lugares tan diversos como Dubai y Londres, llegó desde Italia para armar el primer Brunapoli y continúa hasta hoy a cargo de sus fuegos.

Se sabe a grito popular que el secreto de una buena pizza es su masa, y en Brunapoli tienen la expertise de hacerla con levadura natural y fermentación lenta a temperatura ambiente. Con harina italiana y sin agregados grasos, es una masa consistente que se expande con el golpe de calor al entrar al horno, resultando ligera, crocante, sin opacar el relleno y con esos bordes que da gusto comerse. Si hablamos del relleno, cada pizza es por sí misma una obra de arte, ya que cada ingrediente parece estar armonizando gloriosamente, interactuando unos con otros para dar un resultado redondo, complejo y equilibrado. Gran ejemplo de ello es la pizza Maiala ($12.900) con salsa de tomates, y cuatro quesos: Gorgonzola, Mozzarella, Pecorino Romano y Parmigiano con denominación de origen. La mezcla de sabores de estos cuatro quesos es sublime, y todo ello se corona con Salame Napoli Picante que le da el toque inquieto entre tanto lácteo: los quesos suavizan la intensidad del salame permitiéndonos degustarlo mejor, y el salame intensifica las notas de los quesos y los une de forma armónica.

Otra de las magníficas pizzas que degustamos fue la Tartufo e Funghi ($13.900), la que viene con queso mozzarela, hongos Porcini, aceite de trufa blanca y trocitos de Spek , un tipo de jamón curado con sal y ahumado. Cada bocado era aún más sabroso que el anterior, con esas notas a trufa blanca acompañando campante el gusto cremoso de la voluptuosa mozzarela, mientras los hongos y el spek hacen el juego de las tonalidades que se encuentran entre los toques boscosos de los hongos y el ahumado del jamón.

El ambiente es de gran ayuda a la hora de hacernos sentir el viaje a Italia, con un decorado armónico que da la impresión de una eterna primavera, muy iluminado gracias a un tragaluz enorme, y cuando la luz natural se retira, las mesas cuentan con luces tenues y enfocadas hacia el plato, dándole un toque de coqueteo e intriga nocturnos. ¿Pastas? Probamos unos regordetes Tortelloni Panna e Prosciutto, rellenos de carne de ternera braseada durante holgadas horas, con aromáticas hierbas, una carne suave y jugosa, con salsa de crema y el clásico jamón cocido italiano ($11.100).

Para el final, decidimos pasar a la barra a probar el postre y de pasada charlar con Vanesa Stegmann, la mixóloga encargada de la barra y llegada desde Buenos Aires hace pocos meses con una energía desbordante que seguro dará que hablar. De sus cócteles, seleccionamos varios de los que les contaremos en nuestra Ruta del Cóctel de Invierno. Pero volvamos al postre. El Calzone di Nutella nos recordó muchísimo unos churros con chocolate o unos calzones rotos chilenos, un postre simple pero contundente para los días de invierno: masa de pizza frita y embetunada de pasta de nutella y pistachos ($7.900), ideal para compartir y acompañarlo de alguno de los cocteles de la barra, un digestivo italiano o un buen espresso.

Brunapoli (Vitacura)
Av. Nueva Costanera 3961, Vitacura.
Teléfono 2 3224 4988.
www.brunapoli.cl

Fotografías: Brunapoli

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