Hace menos de un año el Hotel Luciano K abrió sus puestas en el edificio de la gárgola – como es conocido popularmente -, un lugar de exquisita arquitectura, que goza de historia, y que con el tiempo ha logrado consolidar su oferta gastronómica.
Cuando entras a este hotel ya sabes que estás en un lugar único. El arquitecto Luciano Kulczewski, autor de este edificio, fue un hombre altruista y con una postura muy visionaria sobre la arquitectura su época. El edificio fue construido en la década de 1920, y fue un complejo habitacional hasta hace poco. Su restauración ha sido minuciosa, rescatando baldosas, fierros forjados, la escalera de mármol, el parqué de las habitaciones y el mítico ascensor, el primero que existió en Chile.
Con toda esta vibración histórica, uno desliza la reja plegable del ascensor para llegar hasta la cima del edificio, un oasis a pasos de Plaza Italia, y ya la desconexión de lo cotidiano se siente. Una vista glamorosa del Parque Forestal por un lado, y por el otro, hermosos edificios históricos que son un encanto admirar mientras se bebe o se come un buen plato. Y es que los sabores y aromas se ven exacerbados si son acompañados de un buen ambiente, y esto se logra completamente en su amplia terraza.
En la cocina, Luciano K cuenta con manos que tejen experiencia. Su chef Rodrigo Zepeda trabajó previamente en Kook y en el afamado Europeo, y hoy su sello personal y experiencia adquirida se saborea en cada plato de su carta. Para comenzar, destacable es que sirvan un appetizer por cortesía de la casa mientras se espera su primer plato, en este caso fue un Carpaccio de res con salsa de gorgonzola y limón, parmesano, alcaparras y rúcula, preparación que también se encuentra dentro de las opciones de entrada ($9.200). El clásico Cebiche es infaltable en los restaurantes que se jactan de trabajar con clientes extranjeros, y el de esta ocasión estaba sublime, con suficiente leche de tigre para revivir a varios muertos, tanto así que pedimos un shot de vodka, porque valía totalmente la pena darse el gusto ($8.900). Y nuestro deleite sólo podía ir in crescendo cuando pasamos al siguiente plato: Mollejas con vegetales grillados ($11.500, en la foto de portada). Nuevamente los vegetales armónicamente cocinados y dispuestos en el plato ordenadamente – se nota que cuidan cada detalle -, junto a las mollejas apanadas, crocantes en su corteza, pero tiernas. Luego nos arriesgamos con una Entraña con salsa chimichurri y puré de papas ahumadas ($ 12.500, en la foto anterior), de esos platos que no quieres que se acaben por ningún lado. La carne roja, jugosa y con poca resistencia de sus fibras cocinadas en punto (proeza no menor cuando de este corte se trata). El puré de papas de textura suave, cremosa, gustosa, que se potenciaba todavía más con los sabores ahumados. Un acierto novedoso.
Si bien los postres de la carta son los clásicos, siempre se agradece que sean respetadas sus rigurosas preparaciones, y este es el caso de postres redondos para un final que mantiene la nota alta. Un Volcán de chocolate con salsa de mango y helado de vainilla es un postre simple, pero que hay que saber hacer bien para que su interior se escape apenas le damos la primera cucharada. Y ahí, el buen chocolate se reconoce, es el que hace que la magia ocurra ($5.200).
Llegada la tarde, imposible irnos sin probar un par de tragos. La terraza del hotel, con una hermosa del vista atardecer santiaguino nos hace la invitación a esperar el ocaso con una copa. Custard Apple, con pulpa de chirimoya, jugo de limón, vodka, tiple sec y espuma de naranja, para sentirse todo un cosmopolita. Pasion Coconut con pisco, licor de coco, jugo de maracuyá y triple sec, para sentirse un poco más caribeño aprovechando aún las tardes cálidas ($6.100 ambos cócteles). También es posible optar por un buen vino o espumante, cervezas y variedad de destilados y licores. Si celebra una ocasión extra especial, pregunte por la torre de la terraza, pequeño rincón VIP para no más de cuatro personas con la mejor vista, alzándose dos pisos más por sobre la azotea, un oasis dentro del oasis.
Hotel Luciano K.
Merced 84, Santiago Centro.
Teléfono +56 2 2620 0900.
www.lucianokhotel.com
Fotografías: Sabine Greppo @ sabinegreppo.com