Este nuevo restaurante de Barrio Italia se asoma como la propuesta idónea para quienes buscan una experiencia en torno a los clásicos españoles con tapeo, vermuts y vinos a muy buenos precios.
La apertura de El Madrileño en Barrio Italia es sin duda una muy buena noticia. Con escasas novedades de calidad en el último tiempo – por ahí está una pizzería de gran factura, un asiático que un joya y un thai con recetas auténticas – , este local es una bocanada de aire fresco ante la avalancha de propuestas simples y masivas que abren y cierran frecuentemente en este barrio.
Tras algunos meses desde que abriera sus puertas en el local donde antes funcionó el bar Mamá No Quiere, El Madrileño muestra ansias de iniciar el camino hacia el sitial donde otras propuestas de su tipo han triunfado en Santiago. Hablamos de bares de tapas o restaurantes de inspiración española que recrean con astucia los clásicos ibéricos y mediterráneos.
Su puesta en escena es sobria, con ambientes donde predominan la madera y un aire cálido. Repartidas entre varios salones y un patio interior, hay mesas altas y mesas bajas, a lo que se suma una acogedora barra que no solo invita a beber sino también a comer.
En este lugar donde la Sangría debería brillar, la intuición nos dice que partamos por una copa (3.500 pesos), y así lo hacemos, pero llega en una mezcla poco integrada, con escasa fruta y más bien floja. ¿Faltó tiempo de maceración? Mucho mejor es la experiencia con el Carpano Tonic (3.500 pesos), una preparación simple y soberbia que ya quisiéramos ver en otras barras (y a esos precios).
La carta de vinos es acotada, con algo de novedad y exponentes españoles como el Leirana Albariño, un blanco bastante expresivo, floral, cítrico y de buena acidez; o el Envínate Albahra Garnacha, un fresco y ligero tinto que es pura fruta, con notas a frambuesas y guindas acidas. Los precios por copa rondan entre los 3.200 y los 5.600 pesos.
El tapeo cuenta con iconos como las Croquetas de Jamón Serrano, las que se presentan con un suave y liviano batido y un relleno sabroso y cremoso, pero algo esquivo en la proteína. Otras croquetas, las de Setas Asadas, llegan con un batido que se siente más grueso y crujiente que contrasta con un interior sabrosísimo (entre 3.500 y 4.200 pesos la media porción)
La Tortilla de Papas y Cebolla (6.800 pesos) es estupenda y viene en el punto preciso para quedar jugosa. El Pincho de Morcilla (3.500 pesos) y la Bocata de Calamares (4.500 pesos) son bocados que no se quedan atrás; el primero servido con salsa romesco y pimientos, y el segundo con alioli de ajo negro. Simples y gustosos, son una acertada muestra del uso de buenas materias primas.
Acentos de innovación hay en el Ajoblanco con Caballa (6.800 pesos). El Ajoblanco, especie de gazpacho a base de almendras, pan y ajo, muy popular en Andalucía y de la cual se cree es la sopa más antigua de España, tiene aquí una versión en cuya receta suman caldo de pescado y que sirven con lomitos de caballa curada. Lo que parece una buena idea, decepciona con un pescado cuyo sabor se pierde en medio de la fresca y poderosa sopa.
El Rabo de Toro (12.900 pesos) es sabroso, con una carne melosa pero difícil de comer. Aunque es de esperar que las piezas del rabo lleguen con abundante colágeno y cartílago, aquí hay que comerlas con las manos para encontrar su carne. Como buen remate, las papas brujas asadas que lo acompañan se remojan en el profundo caldo del fondo.
El final dulce lo cerramos con una Torrija (6.200 pesos) de sabor suave, interior esponjoso y cubierta crujiente, la cual viene servida con helado de vainilla y canela.
El Madrileño
Condell 976, Providencia.
@el_madrileno.cl