Experiencias Lugares que hay que probar

En los cielos de Lastarria: Punto Ocho

En el octavo piso del Hotel Cumbres Lastarria se encuentra el restaurant Punto Ocho, el cual hace un mes estrenó nueva carta de la mano de Pablo Olivares, cocinero de larga trayectoria en alta cocina y quien llega a hacerse cargo luego de la salida del español Marc Mateu-Alsina (ex La Boquería). Su propuesta se basa principalmente en preparaciones de inspiración mediterránea pero con productos locales, con énfasis en la pesca fresca nacional.

A la hora del almuerzo cuentan con dos modelos de menús de rotación semanal, un menú ejecutivo a $11.900 que cuenta con entrada, plato de fondo, postre y bebestible, y el menú “de negocios” con una entrada, tres opciones de platos de fondo, postre y bebestible por $18.900.

Por las noches Punto Ocho cuenta con una acotada pero concisa carta que además de los frutos del mar, cuenta con carnes, pastas y acompañamientos con clásicas preparaciones europeas pero con retoques frescos de innovación y creatividad. Ejemplo de ello es el Salmón curado por 48 horas, tipo gravlax nórdico, sobre blinis de cilantro y raíz – el blinis es un panqueque grueso salado – y caviar de mango ($7.600, en la foto anterior); o el Pulpo en tres cocciones – hervido, confitado y parrillado – con papas brujas confitadas y salsa de olivos y guindillas ($10.800, en la foto de portada). Ambos platos los acompañamos con un Sauvignon Blanc 2016 de Errázuriz. También hay sopas, bastante llenadoras y con un trabajo prolijo en texturas y detalles de sabor, tal como la Sopa de zapallo camote asado y jengibre con tostada cubierta de queso de cabra y semillas de maravilla ($5.500).

En cuanto a las carnes, nos deleitamos con un Osobuco de vacuno braseado en cocción lenta, el cual emanaba un sinfín de sabores perfectamente redondeados, acompañado de un cremoso de polenta con queso gorgonzola que hacía los honores necesarios ($10.900), todo maridado con un Carmenere Reserva 2016 de Errázuriz. De los pescados, el Congrio asado al lemon grass montado con un chupe de centollas y acompañado de tomates asados al chardonnay y un puré de habas ahumadas, es un plato que está para volver a soñar con él ($12.900).

Y es en estos momentos cuando uno piensa que la oferta de pastas la tiene difícil para ponerse a la altura de tremendos platos. Pero no, feliz de comprobar lo contrario cuando se siente el aroma de los Ravioles de calamar rellenos de chupe de centolla en salsa de coral de ostiones y coronado con cítricos confitados ($12.900, en la foto anterior).

¿Qué pasa con sus postres? Comenzando por lo más delicado, un plato de Manzanas caramelizadas, migas de short bread, queso mascarpone y untuoso helado de canela ($4.900, en la foto que sigue), o una Tarta de crema de limón en sable de almendras con cremoso de pistachos, fruta fresca y helado de yogurt para aquellos que gustan de ese dulzor apaciguado por los toques de acidez ($4.500). La Textura de chocolates y frambuesas ($5.000), llega con un gran domo de mousse de chocolate, gotitas de cremoso de chocolate, crumble de chocolate, gotas, gelée y helado de frambuesas, un must para los chocolateros de corazón frutal; mientras que los chocolateros de corazón más cálido cuentan con el Mousse de chocolate de leche envuelto en un crocante de maní y chocolate, caramelo salado y helado de vainilla ($5.000).

La experiencia no solo es un disfrute para el paladar, sino también para la vista, pues además de contemplar el barrio desde la altura del piso 8, la cocina está abierta por lo que se puede apreciar el trabajo del equipo de cocineros mientras a la mesa llegan los platos en un hermoso montaje. Sentidos que hacen de una visita a Punto Ocho algo más que una rica salida a comer.

Punto Ocho.
Hotel Cumbres Lastarria, piso 8.
Jose Victorino Lastarria 299, Santiago.
Teléfono (2) 2496 9000.

Fotografías: : @ Florencia Espinosa.

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