En pleno Valle del Cachapoal, específicamente en la zona de Graneros, nació hace más de 60 años La Ronciere, una viña familiar que ha sabido combinar tradición e innovación, incorporando con el tiempo nuevos terroirs en lugares tan distintos como Curicó – ojo con lo que en unos años se vendrá desde su nuevo fundo Idahue – y Colchagua. De este último, proviene su fresco y único espumante – mezcla de Chardonnay y Pinot Noir – elaborado con el método tradicional, el cual muestra una burbuja persistente y aromas que van desde la piña fresca y el pomelo, hasta notas a miel y bizcocho. En boca, su agradable estructura da paso a una rica acidez que lo hace bastante versátil, ya sea sacando su lado gastronómico – pruébenlo con pescados grasos o un carpaccio de vacuno -, o ese carácter que lo vuelve el protagonista de la terraza a la hora del aperitivo.