Con un carácter bastante gastronómico llega este Sauvignon Blanc, cuya primera impresión trae aromas a manzana verde y lychees, que dan paso – luego de darle un respiro – a notas a zeste de mandarina, ají verde y lemon grass. Un tanto mineral, pero sin las notas salinas típicas de Leyda, un terroir que nos tiene acostumbrados a esas notas dada su cercanía al mar. Un vino en que la temperatura de servicio juega un rol vital – no exceder los 7°c -, la que realmente favorece la boca de este maduro y complejo Sauvignon Blanc, que sin embargo es dueño de una gran acidez, algo crispy, de retrogusto a higos y por cierto muy persistente. Un trabajo poco convencional de la enóloga Viviana Navarrete junto a sus grandes blancos de Leyda, marcados por un estilo mucho más liviano. En este caso, gracias a su estructura y peso, no podemos dejar de pensar en un Tártaro de atún rojo maduro, por supuesto, sin descartar sellarlo.
A la venta en tiendas especializadas a un precio de referencia de $ 15.900