Un viaje por Perú Gourmet

La gastronomía peruana se está volviendo cada vez más influyente para muchos chef y consumidores chilenos. En nuestras casas ya es común hablar del ají de gallina, del lomo saltado, del famoso suspiro limeño, de ceviches y del más apetecido Pisco Sour. Con estas delicias en mente y con la guatita vacía, llegamos a la segunda versión del festival de gastronomía peruana “Perú Gourmet” en  el Parque Bustamante.

¿Por dónde partimos?  Tomamos una buena decisión y lo primero que hicimos fue degustar los Pisco Sour exóticos del Restaurante Damis. Expertos en coctelería y macerados, nos enseñaron las diferentes técnicas para trabajar este noble producto que es el Pisco a través del método de maceración. Pisco Sour de maíz morado fue uno de los favoritos al igual que el “Chilcano de Pisco” (tan importante como el Pisco Sour) elaborado con Pisco, limón de pica, macerado de jengibre y ginger ale. Totalmente refrescante e ideal como aperitivo.

¿Ahora con qué seguimos? Después de abrir el apetito, nos fuimos por un clásico ceviche del Restaurante Cevichela. Cristian Salvo, Chef Ejecutivo, nos contó sobre su concepto de ceviches en Chile: al estilo limeño, no chileno. O sea, con ají y bien picante. Por lo que nos atrevimos a probar. ¿El resultado?  ¡hay que ir por más  ceviches a Cevichela!. Delicioso, fresco, sabroso y lo mejor de todo es que trabajan con el concepto de ceviche al estilo libre con cervezas, que en este caso maridamos con una Cusqueña.

Continuando nuestro recorrido fuimos al Restaurante Mare Nostrum – Misky Wasi. Nos atendió el chef, Fernando Figueroa, quien nos explicó el nuevo concepto que está tomando Mare Nostrum y que atrajo a mucha gente a degustar sus platos en esta feria. Hablamos de la comida Chifa, la perfecta mezcla de comida China y Peruana. Cada vez eran más las personas que querían degustar los tallarines salteados, los ravioles de ají de gallina o los ñoquis de yuca con salsa huancaína. Probamos los Mariscos al Tamarindo, una preparación agridulce que mezclaba camarones y calamares empanizados con fruta. Muy  recomendable y lo mejor, ya está en la Carta.

Durante el recorrido por los stand, fuimos a ver a nuestros amigos de “Raverde”, los hermanos Verdejo, quienes con su propuesta de carne de rana, son una interesante alternativa  para dejar de lado las carnes tradicionales. En esta ocasión nos esperaban unas deliciosas ancas de ranas al Pil Pil, de sabor suave y persistente. Sin embargo, la que se llevó los aplausos fueron las famosas “Pepitas”, una delicia de carne de rana molida frita en Panko. Cabe destacar que Raverde sólo trabaja con ranas importadas  desde Brasil con la variedad Toro Brasileña producida en criaderos,  las que son bajas en grasa y ricas en proteínas.

Una excelente oportunidad para probar pisco peruano fue el stand de Viñas de Oro. Con una trayectoria de  30 años, las bodegas se ubican en la provincia de Chincha al sur  de Lima. En esta ocasión nos presentaron 3 variedades: uva Italia, variedad aromática, con aromas que seducen como flores blancas y fruta cítrica. En boca es untuoso y redondo con un final largo e intenso. Al otro extremo tenemos la variedad no aromática, la uva Quebranta, ideal para preparar Pisco Sour. Tanto en boca como en nariz los frutos secos se hacen notar. Y para terminar nos deleitamos con el Acholado, el equilibrio perfecto entre la uva Quebranta y la Italia. Un pisco que despierta sensaciones a flores y fruta tropical como el mango. En paladar es sedoso, persistente y con un final ligeramente tostado. Una delicia para los fanáticos del Pisco.

Para los amantes de los dulces, sepan que pasamos a ver a Elizabeth du Bois, representante de Dulce Perú, que nos deleitó con sus maravillosos postres nacionales. Uno de los favoritos fue el famoso y tradicional  suspiro limeño. Cremoso y con un merengue brillante que nos hacia brillar los ojos.

Con la guatita llena nos fuimos felices de Perú Gourmet. Una experiencia donde disfrutamos de ricos platos,  compartimos la mesa con amigos  y conocimos más de la cultura gastronómica del Perú en Chile. Misión cumplida.