
Chile de norte a sur, de extremo a extremo, es lo que explora la línea Cordillera de Los Andes de Miguel Torres con estos dos singulares vinos, cada uno originario de renombradas regiones vitivinícolas.
La Viña Miguel Torres es sin duda, dentro de las ligas mayores, una de las más inquietas en cuenta a la exploración de nuevos terroirs en Chile. Con los años, ha logrado armar un interesante portafolio que ofrece al consumidor vinos de zonas exclusivas y muy extremas de Chile.
Buen ejemplo de ello es la línea Cordillera de Los Andes, la cual ha venido creciendo en variedad de cepas y valles, siendo el Sauvignon Blanc de Osorno y el Chardonnay de Limarí, dos de sus más singulares vinos.
Con DO Valle de Osorno, Cordillera Sauvignon Blanc proveniente de expuestos a clima frío, pero con un buen nivel de asoleamiento lo que permite una maduración muy lenta y pausada de las uvas. El resultado es un vino que en nariz muestra toques de hierbas, frutas cítricas y guayaba haciéndola muy elegante. En boca es fresco, filoso, con una acidez muy presente que da paso a un retrogusto lleno, que abarca toda la boca. Unas otras u ostiones son su compañía perfecta.
En tanto, Cordillera Chardonnay es cultivado en un campo del Valle del Limarí ubicado a sólo 29 Km. del Océano Pacífico, donde el mar hace sentir su influencia por medio de la brisa marina, que entra a diario logrando un vino de aroma fresco y frutal. De ahí que posea una gran complejidad aromática, marcada por notas minerales, florales, cítricas y lichi. En la boca es cremoso, fresco, con una acidez jugosa, intensa y salina. A la hora del maridaje, buena idea es un salmón ahumado u otros tipos de pescado al horno y cocinados en salsa.
Disponibles en www.grandesterrunos.cl