
La nueva carta del Restaurante Bristol del Hotel Plaza San Francisco es una propuesta de platos modernos ejecutados con variadas técnicas y mucho ingenio, pero cuyas recetas siguen como siempre vinculadas a la memoria nacional.
La historia del Bistrol, todo un ícono entre los restaurantes de cocina chilena, ha sido un ejemplo desde sus albores. Por él han desfilado chefs de renombre nacional que han podido impregnar no solo su sello en cada plato, sino también de identidad nacional a cada propuesta.
Hoy, ello no es la excepción, con una carta que llega de la mano de dos mujeres, las chefs Sabina González y Lindsay Canales, ambas con larga trayectoria en las cocinas del hotel. Una dupla que vemos ahora impregnando los platos de una gentileza redonda y cuidadosos detalles de colores, aromas y sabores, que se transforman en cuadros completos para degustar con todos los sentidos.

De entrada, probamos una poderosa Crema de Crustáceos hecha en base a una muy bien lograda bisque, con un sabor tan intenso que es difícil pensar que esos fogones trabajaron menos de un día para extraer todo sabor. Un delicado canasto de queso parmesano flota como una balsa en el líquido sosteniendo unos delicados brotes junto a un regordete camarón. Un Chardonnay nos hace el honor de la compañía.
Continuamos con un Pato a la Naranja, juguetona entrada que presenta dos posibilidades de esta tierna carne. Por un lado un magret relleno de verduras, y por otro, un confit desmenuzado sobre un pebre de champiñones trufados, todo delicadamente acompañado de gel de naranjas, hojas verdes y chips de papa camote y betarragas. Por supuesto que un Pinot Noir es el vino idóneo para este plato, y así lo disfrutamos.
Seguimos este viaje de sabores sobre una curiosa laguna de azafrán, la que en su centro contiene una mil hojas de verduras a modo de islote sobre la cual reposan finos rollos de Trucha Arcoíris, plato que también acompañamos con el Pinot Noir.

Un tierno estofado de Conejo Criolllo, jugoso y sabroso, es acompañado de ñoquis de zapallo camote horneado para concentrar más intensamente sus sabores. Es retocado con aroma a naranjas y redondeado con la crocancia de verduras fritas en hilo. Un Carmenere acompaña y abraza este desfile de texturas y aromas.
El Filete de Res, altivo como de costumbre, esta vez se viste con suave elegancia sobre un enjundioso risotto de champiñones para ser bañado en una salsa bernesa trufada. Un clásico que es llevado a sabores y aromas perfectamente integrados, y que maridamos con un vino de suficiente estructura como lo es el Cabernet Sauvignon.
Para el final un Dulce Momento, pirámide bicolor de dos chocolates con relleno de berries silvestres al jengibre, sobre un brownie perfumado a la naranja y refrescante sorbete de frambuesas, lo que acompañamos por un dulce Late Harvest de Semillón, Gewurztraminer y Viogner.

O el postre Mágico Vegano, bizcocho de chocolate relleno de manjar vegetal, pompones cremosos de intenso y morado maqui coronado con merengue de garbanzos y remojo de tres leches, coco, almendras y avena, que cerramos con un espumoso Extra Brut que aporta efervescencia y coqueteo a la experiencia.
Bristol, Hotel Plaza San Francisco.
A. Libertador Bernardo O´Higgins 816, Santiago.
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