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La elegante coctelería de autor de Capogrossi

Pronto a cumplir su primer año, el restaurante italiano Capogrossi ha logrado consolidar su propuesta de coctelería con una barra dotada de talento y materias primas, la que esta temporada se luce con elegantes creaciones.  

Fotos: Juan Ernesto Jaeger.

Cada cóctel es un mundo, y para crearlos, se requiere estudio, disciplina y mucha pasión. Bien lo sabe Sameer Kassar, quien llegó al mundo de la mixología luego de investigar sobre el afamado bitter Araucano mientras estudiaba Pedagogía en Historia en Valparaíso. “Desde muy temprana edad me llamó la atención como la botánica y algunos licores tienen origen farmacéutico” nos cuenta Kassar, quien por entonces y sin saberlo, iniciaba así su propia historia en las barras nacionales.

Sameer Kassar haciendo su magia en la barra.

Hoy, transcurridos 8 años desde esa experiencia con el icónico licor nacional y tras cursar estudios formales en mixología, Kassar lidera la flamante barra de Capogrossi, restaurante que se suma a una trayectoria que antes lo llevó por las barras de otros lugares como Peluquería Francesa, Tanaka y Lorenza Bistró. Ahora y junto a un entrenado equipo, lo vemos desarrollando una variada carta donde no faltan los clásicos italianos, varios spritz y por supuesto, la coctelería de autor.

Brigitte entrando a escena en la barra de Capogrossi.

Sumergirse en este último capitulo es un viaje por una coctelería de alta gama, sugerente y muy elegante, que recorre sabores conocidos y otros no tanto, a través materias primas de gran calidad. Ahí está por ejemplo Brigitte, una sexy combinación de Cynar, Pinot Noir, jugo de limón, puré de pomelo y syrup de frambuesa, servido en copa Martini con pétalos de rosa y arándanos como garnish. Muy perfumado, es un cóctel con una suave espuma que entra sedosa en boca y donde bailan, en perfecta armonía, sabores a berries, botánicos y frutos secos.

El equilibrio es lo más importante en coctelería, y aquí, además de ello, hay elegancia y un estilo que nos traslada a los años de esplendor del siglo XX. Puede sonar pretencioso, pero cuando hay coherencia, solo queda gozar de la experiencia.   

Las últimos y cuidados detalles antes que Giacomo salga al mundo.

Si Brigitte es un cóctel sensual que funciona todo el año, Giacomo es un cóctel robusto e invernal a base de Jaggermeister Manifest, Pisco Republicano Roble Añejado, jugo de limón, syrup simple, jugo de pomelo y puré de durazno. Con una rica textura que le otorga cierta complejidad, muestra notas a barrica, frutos secos, botánicos y especias dulces que dan paso a un final fresco y levemente amargo.

Un ejercicio de elegancia y sutileza da origen a Guglielmo.

Otros nombres y otras personalidades desfilan en esta carta donde Guglielmo tiene sin duda un sitial especial. Fabulosa reversión del Negroni (hay que decirlo, la mejor de su tipo que hemos bebido en el último tiempo), está hecho con Amaro Meletti, Malbec Malportado – un vino fortificado de la Viña Viu Manent similar al Oporto –  y Gin Malfy Original. Terminado con un ahumado a base de chips de cerezo “para resaltar más el Oporto y elevar las notas a frutos rojos” explica Kassar, este cóctel que ya quisieran otras barras de Santiago conserva la esencia del Negroni y lo remata con ciertas notas a frutos secos, higos y cassis.  

El más invernal de la camada se llama Nocciolotto.

Más memorias de invierno encontramos en Nocciolotto, mezcla de Disaronno Velvet, Licor 43, shot de espresso y syrup simple. Se trata de un cóctel para cerrar, que viene con avellanas tostadas y una lámina de cacao al 70% a modo de garnish, todo para que funcione como alternativa a un café o un postre. A un café por sus aromas y cierta reminiscencia al Espresso Martini, y a un postre por su textura cremosa pero liviana, cuyo sabor trae a la memoria clásicos como el Affogato o el Tiramisú. Notable.

Capogrossi.
Alonso de Córdova 4225, Vitacura.
@capogrossi_chile


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