
Nos dimos una vuelta por Temuco para ver que hay más allá de sus tradicionales restaurantes, y así armamos una ruta por tres propuestas muy distintas que desde hace un tiempo están dando que hablar – comer y beber – en esta capital del sur de Chile.
TARTARO

El nombre lo dice todo. Pero ¿cumple con las expectativas? Para quienes gozan con un buen tártaro en sus proteínas y versiones más conocidas, aquí encontrarán un lugar que, además de ondero, ejecuta con soltura platos de buena factura y sabores bien logrados. La calidad de la materia prima, clave en cualquier cocina, pero mucho más evidente en este tipo de preparaciones, se muestra aquí pulcra y bien trabajada. Prueba de ello son preparaciones como el Tártaro de Salmón ($ 11.900), con cortes del pescado condimentado con mostaza antigua, alcaparras, ciboulette, palta y mix de sésamo tostado, o el de Atún ($ 11.900), preparado con cebolla morada, cilantro, palta, dressing de ponzu y almendras laminadas. Frescos y muy sabrosos, estos tártaros, al igual que todos los de la carta, se pueden pedir juntos en tamaño de media porción pagando el de mayor valor. El crudo de la casa ($ 11.900), es un clásico que no falla y viene con todos sus ingredientes por separado para terminar de aliñarlo a gusto: cebolla, picadillo de pepinillos, ají verde, salsa tártara y limón. A la oferta se suman sánguches clásicos y smashed burgers, destacando entre estas últimas la Blue Spirit ($ 9.900), que viene con salsa de queso azul, cebolla caramelizada en reducción de cerveza stout, rúcula, pepinos By María y mayonesa casera. Para beber, su coctelería de autor gira en torno a sabores conocidos y perfiles dulces y cítricos, mientras que su oferta de cervezas es más bien tradicional, por lo que sería interesante que la potenciaran con cervezas artesanales de la zona.

Siendo quizás uno de los restaurantes más atractivos de la ciudad, lo primero que sorprende de este restaurante de cocina italiana es su diseño interior de alto impacto, protagonizado por una grandiosa y bella barra que por estos días luce cientos de botellas de una reconocida marca de Whisky. Un ejercicio de branding que no distrae de lo importante, ya que el servicio se muestra atento y cordial a la hora de ofrecer una carta que aquí es amplia y cuyos platos son elaborados con materias primas de calidad. De sus antipastos, generosa y muy rica es su Tabla de prosciutto italiano con mozzarella fior di latte, rúcula, aceitunas verdes y oliva ($ 15.990), mientras que su curioso Carpaccio di Manzo ($ 15.990), el cual se aleja de la receta tradicional, trae sobre las láminas de filete abundante palta, palmitos y mucho parmesano, lo que hace perder el equilibrio de sabores. La pasta fresca, especialidad de la casa, cuenta con una amplia cantidad de platos, y ahí vale la pena probar novedosas y contundentes preparaciones como el Ravioli relleno de osobuco, cebolla caramelizada y pimienta con salsa de hongos, perejil y rúcula ($ 14.990), o el Agnolotti de plateada con salsa de hongos, romero, crema y salsa de arándanos ($ 14.990). No se entiende que hace un apartado de hamburguesas bien gringas en la carta, pero ahí están para quien se le antoje, a lo que se suman 21 variedades de pizza a la piedra. Para beber la barra despacha cócteles de alto vuelo, bien equilibrados y diseñados en su mayoría en base a remasterizaciones de los grandes clásicos. Hay sidras – ojo con Pehuenia Patagonia -, cervezas y una carta de vinos con etiquetas chilenas tradicionales.

Otro lugar que luce una gran puesta en escena es este sushi que abrió sus puertas hace varios años a pocos pasos del Portal Temuco. Amplio y muy ondero, cuenta con distintos espacios que otorgan cierta intimidad a grupos grandes, experiencia que se complementa con la estampa de una estilosa y bien surtida barra. Su carta es extensa y contiene un batallón de preparaciones de corte asiático, fusión y nikkei, con énfasis en los rolls, ejercicio que se repite en sus locales de Concepción, Los Ángeles y Valdivia. Para partir, buena idea es probar la mano en sus Nigiris, como el que viene con salmón sopleteado con salsa anticuchera y chalaquita, o el de atún con leche de jaguar y chalaquita ($ 4.990 c/uno, 2 piezas). Si bien aquí hay enjundia, el tamaño de las piezas es muy grande por lo que se hace difícil comerlos de un solo bocado. Hay mucho cariño en el Tiradito Apaltado ($ 11.990), el cual llega con abundantes y frescos cortes de salmón bañados en leche de tigre de ají amarillo, palta, ciboulette y chalaquita; y una correcta ejecución de los Green Beans Spicy ($ 9.990), esos porotos verdes en tempura que vienen con mantequilla japo, cebollín, limón, sésamo y salsa spicy. El capítulo de Rolls (entre $ 5.990 y $ 7.990), donde prácticamente todos vienen con queso crema (¡uy, señores!), cuenta con las clásicas versiones envueltas en tempura, palta o salmón, además de alternativas sin arroz. Para beber hay una extensa carta de coctelería con el gin como destilado protagonista, por lo que la mayoría va por el perfil fresco, contando además con varios Spritz – ojo ahí con el Lillet – y Tikis. Le siguen cervezas y vinos de etiquetas tradicionales.
COORDENADAS.
TARTARO. Av. Alemania 0425, Local 101.
MERCATO PASTA FRESCA. Hochstetter 425.
GOHAN. España 390.