
Una cocina inquieta que sorprende con una carta de pocos platos elaborados con productos de temporada y a excelentes precios tiene Veneno Negro, un lugar que comprueba que grandes experiencias gastronómicas no tienen porqué ser sinónimo de sofisticadas propuestas.
Veneno Negro es un local que nació hace dos años en el Persa Bio Bio y que hace pocas semanas se mudó a una casa en Providencia, cerca del Barrio Italia. De aspecto sencillo pero con coloridos detalles que contrastan con su nombre – cuyo origen, a propósito, no tiene nada de oscuro -, el lugar cuenta con terraza y un interior que recuerda a esas viejas cantinas de barrio.

Sin pirotecnias, su cocina tiene ingenio y sazón, con platos que van rotando según la temporada. Ahí están por ejemplo los Espárragos a la plancha con salteado de mote ($ 7.000, en la foto anterior), plato estrenado hace pocos días y donde el mote viene al dente con un intenso sabor que funciona como gran contrapunto al resto del conjunto. Y es que la salsa ssamjang – muy popular en la cocina coreana – hace lo suyo en este plato donde tiernos espárragos a la plancha juegan también con habas, toques de manzana verde, mango y “aire” de hinojo.

Para compartir hay curiosas opciones como los Churros de pescado ahumado ($ 5.500, en la foto anterior), los cuales preparan con la técnica tradicional para hacer churros y que ya venían experimentando desde sus inicios en el Persa Bio Bio con una versión a base de betarraga. Crujientes y con un relleno sabroso y algo cremoso, vienen con espuma de salsa a la huancaína y una especie de chalaquita a base de caigua, fruto de origen andino cuyo sabor y frescura recuerdan al pepino. Subiendo en potencia y osadía están las Gyosas de loco y sopa de piure ($ 6.500), cuyo relleno también incluye algas y cuya sopa – que es fría – se acompaña de un falso caviar de soya y maracuyá. Notable.

Una gran cuota de creatividad encontramos también en sus postres. Con solo dos opciones en su carta, no es difícil elegir, y ahí, brilla el Helado de sésamo negro ($ 5.500, en la foto anterior) el cual viene con gelatina de tequila margarita, cremoso de limón y trozos de brownie y habanero ahumado. La gracia es mezclar todos los sabores y comprobar cómo se potencia el helado con las notas del tequila y el match que forman los sabores cítricos.
Veneno Negro.
Santa Isabel 744, Providencia.
@venenonegrococina