Cuando hablamos de whiskies japoneses, no estamos hablando necesariamente de una moda, sino de décadas de producción y un estilo propio, el cual ha logrado con el transcurso de los años un merecido reconocimiento a su calidad. Este whisky japonés, uno de los pocos disponibles en el mercado chileno, es producido por la destilería White Oak, perteneciente al grupo Eigashima Sake Brewing, fundado en 1888. De larga tradición en la producción de sake y shochu, fue técnicamente la primera destilería de Japón en obtener licencia para la elaboración de whisky en el año 1919, sin embargo, y a pesar de la ventaja, Yamazaki – destilería fundada en 1923 – le ganó la carrera al lanzar en 1929 el primer whisky japonés al mercado. Como sea, no fue hasta 1984 con nuevas instalaciones en la ciudad de Akashi, muy cerca del mar en una zona que es famosa por el cultivo de las algas nori, que White Oak nace como una marca de whisky. La tradición y los factores logísticos hacen que en la actualidad el whisky se destile solo durante los meses de junio y julio, después de que finaliza la temporada de elaboración de sake y shochu. Compuesto de un 30% de malta y un 70% de grano, este Akashi Blended tiene notas a especias dulces, miel, cítricos, nuez moscada y un ligero toque a pimienta negra. Una pequeña joya de 500 ml para introducirse al fascinante mundo de los whiskies japoneses.
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