
Llegó la primavera a Santiago y las terrazas comienzan a tener vida después del trabajo. Nos gusta sentir que hemos matado el calor con algo fresco como una cerveza, un Aperol o inclusive hasta con una copa de espumante. Sin embargo, cada vez son más las personas que se interesan en beber algo sin alcohol que no sea un jugo o una bebida. Buscamos una experiencia, algo que sea atractivo al paladar, sofisticado y que tenga casi exactamente la misma fórmula de un cóctel, pero sin alcohol. Y ahí aparece el mocktail, término que es una fusión de dos palabras: mock y coctel, cuya traducción quiere decir algo así como una broma de cóctel. Una tendencia que está agarrando vuelo en diferentes bares de Santiago y que es bastante atractiva por su composición estética, su mezcla de sabores y la elaboración que hay detrás.
Es un desafío para cada bartender crear mocktelería creativa y empática con el consumidor. Así, podemos ver barras donde esta inserta la mocktelería inclusiva, concepto creado por Daniela Olave, quien incursionó en el mundo de las personas no videntes diseñando cartas al sistema de lectura braille. Se suma a esto la motivación de usar diferentes bebidas probióticas, ideales para las embarazadas. La bartender y embajadora del pisco Juliá, Michelle Lacoste, es seca para mezclar Kombucha y Ginger Beer en sus preparaciones. Por ejemplo, podemos apreciar una mezcla de té ahumado Lapsang souchon con un almíbar y Kombucha del mismo té, combinado con un Bitter sin alcohol y jugo de pomelo. Una completa frescura. O podemos encantarnos con una mezcla perfecta entre una Ginger Beer de Jarabes El Bosque con almíbar de rosas e Infusión de romero, terminando con sal ahumada de romero en los bordes del vaso. Una explosión de sabores que te abren el apetito.
En el BOA restaurante junto a su bartender Angela Pulido, crearon un mocktail a base de una Kombucha de pomelo hecha en casa, adicionaron un syrup de cítricos, zumo de pomelo y terminaron con agua gasificada. Una deliciosa bebida que puedes encontrar felizmente en su carta, en la hora de almuerzo o cena, cuando quieras. Y es porque así son los mocktails, los puedes pedir sin culpa en cualquier momento del día.