Abierto en Vitacura hace solo 4 semanas, Panchita brilla con una propuesta auténtica, de alto impacto y con la firma del gran Gastón Acurio.
Inspirada en las tradicionales anticucherias limeñas – de ahí también su nombre -, en Panchita hay mucho que probar, pero sea cual sea la elección, el resultado es el mismo: platos generosos y de gran sazón, todos, pero todos para compartir. Y es que el cariño es el sello de la casa y de su chef, Leni Cruz, un peruano que dio sus primeros pasos en Astrid & Gastón, para luego partir a la aventura del primer Panchita junto a la “jefa” Martha Palacios hace ya diez años en el barrio de Miraflores, Lima.
Para partir literalmente en llamas, el Rocoto relleno de guiso de filete sobre pastel de papas ($ 14.800, en la foto en portada), pica lo suficiente para darle calor a estos fríos días de invierno. Otro piqueo, las Papas rellenas de pino de carne ($ 12.800, en la foto que sigue), resultan memorables, con una cremosidad y sabor pocas veces vista en otros lugares de Santiago. En la barra fría el sazón no se apaga, y de ahí sale el Tiradito bachiche ($ 14.800), con finos y frescos cortes de pesca del día, láminas de palta, chalaquita y una power leche de tigre al parmesano.
Hay más sorpresas en fondos como el Bistec al sartén montado ($ 16.800), con una carne exquisita, blanda y jugosa acompañada de huevos, arroz, plátano y crujientes papas hilo. Un patache que se repite en su Milanesa de lomo limeña ($ 15.800), sabrosísima, nada de seca y acompañada de tallarines a la huancaína (un plato notable, que hace olvidar a otras milanesas probadas en restaurantes de su especialidad). Si los anteriores ya son de culto por sus sabores y tamaños , hay que ver lo que trae el Pernil de chancho crocante ($ 16.800), un festín cuya piel cruje al primer contacto del cuchillo. Mastodóntico y de gran sabor y ternura, viene sobre una cama de porotos negros, escabechado criollo y arroz.
Para el final, y mientras las papilas no dejan de bailar, obligación es probar algunos de sus postres, y ahí están, también en tamaño XL, una rica Crema Volteada ($ 7.800), untuosa y nada de empalagosa, y unos crunchies – ¡esa textura! – y memorables Picarones ($ 6.800) con almíbar de chancaca y un sutil toque especiado. Pregunten por una copa del vino fortificado de Calyptra, con notas a higos y a frutos secos, una merecida compañía para estos postres, a los que hay que sumar un sorprendente Arroz con leche y mazamorra de chica morada ($ 7.800), servido en un gran tazón caliente.
Pocos lugares concentran tanto sabor, cariño y alegría como Panchita. Definitivamente uno de los debuts gastronómicos del año en Santiago.
Panchita.
Nueva Costanera 3979, Vitacura.
Teléfono 223809906.
@panchitachile