Si se encuentran con alguna etiqueta de vino que diga en la parte frontal Durif, eso es lo mismo que Petite Sirah, una variedad que crece en Francia, Australia y California, pero que tiene unas 220 hectáreas en nuestro país. Sus taninos tienen una fuerza más intensa que otras cepas en el paladar, lo que los convierte en candidatos para la guarda. Generalmente acompañan mezclas, apoyando en la estructura. El ejercicio de su enólogo, Felipe García, lo llevó al Valle del Itata a rescatar esa fruta negra que juega con notas herbales y algunos matices de pimienta negra. Un tinto invernal capaz de maridar sabores intensos como la carne de cordero.
A la venta en Santiago Wine Club a un precio de referencia de $ 14.990