Continúan las novedades en el mundo del vino y esta vez es el turno de Viña Los Boldos. La que por años fue conocida tradicionalmente como Chateau Los Boldos, estrena nueva imagen y un portafolio de vinos que refleja una nueva era, resultado de la consolidación de un proceso iniciado el año 2009. Fue por entonces, que el experto en terroir Pedro Parra, en conjunto con el viticultor Juan Pablo Aranda, inician un trabajo para recuperar viñedos antiguos y a su vez, experimentar con nuevas plantaciones. Siempre con el Cachapoal Alto como origen, con suelos de carácter aluvial y en donde predomina un clima mediterráneo, sus vinos son el producto de racimos que maduran lentamente, logrando así el deseado equilibrio de la fruta. Ahí está su Chardonnay 2014, de la línea Vieilles Vignes ($ 14.990), un elegante blanco que mezcla notas a zeste de limón, piña y pomelo, además de flores blancas; o su Syrah 2012 ($ 14.990), que bajo la misma línea y proveniente de un viñedo plantado el año 2000, huele a fruta negra, cacao y violetas, y que sorprende por su estructura. Parras antiguas en cambio – hablamos de viñedos plantados el año 1948 – dan vida a un buen Cabernet Sauvignon ($ 14.990), cuya cosecha 2014 de la línea Vieilles Vignes trae notas a frutos del bosque que se combinan con cuero y algo de tabaco, dando como resultado un vino equilibrado. Su “hermano menor”, el Cabernet Sauvignon Grande Reserve 2014 ($ 7.490), se siente más fresco, con ciruelas y cerezas jugando todo el rato, dando paso a un final persistente. En la línea más básica de la viña, Tradition Reserve, y en la cual se puede apreciar la mayor renovación de imagen, destaca el joven Syrah 2015 ($ 4.990), que aún a falta de tiempo en botella, ya muestra fruta roja y especias.
A la venta en tiendas especializadas.