
El rubro del chocolate no ha hecho más que creer y crecer en la última década. Muchas marcas, variedades y sabores, y aunque cada quien tiene sus gustos, en una cosa podemos estar de acuerdo: amamos el chocolate.
Si bien la arqueología respecto al cacao y el chocolate está en constante actualización, hoy podemos reconocer que Ecuador no solo tiene una importante historia ancestral en cuanto a este maravilloso producto, sino que también un terroir único en el mundo para su cultivo.
Es en este país – en una de las zonas con historia más antigua sobre cacao -, que To’ak cultiva sus cacaoteros de cacao Nacional. Estos milenarios árboles -de unos 5.300 años- han sido redescubiertos recientemente, ya que una plaga en décadas pasadas habría acabado con la mayoría de ellos y se creyó extinto (una historia bastante similar a la que sufrió la cepa Carmenere en Europa y que luego fue redescubierta en Chile). Esto ya nos da algunas nociones de un producto particularmente especial.
To’ak trabaja para restaurar esta rara variedad de cacao y salvarla de la extinción. También colaboran con los agricultores locales pagándoles el precio más alto que se ofrece en la zona. Y como si esto no fuera suficiente, el chocolate es añejado durante años en barricas de cognac, francesas, aportándole así complejidad aromática.
Sus barras de chocolate son limitadas, tan solo 100 unidades por edición. Y son numeradas a mano una por una. Su empaque es una hermosa caja con tonos dorados que anticipa que lo que guarda en su interior es un lujo. Una joya que ya está disponible en Chile de la mano de Kré, una empresa familiar.
Para sacarle el mejor provecho a este chocolate bean to bar se recomienda maridarlo con un vino dulce (para mi es perfecto el Oporto) o con destilados añejados en barrica como el Whisky, el Cognac o el Ron. Solo hay que permitir que se funda suavemente en el paladar y que lentamente envuelva toda la boca, beber un sorbo de licor y continuar disfrutando.
Los chocolates To’ak se venden de forma exclusiva en Chile en Kre.cl