Es la tarde de un sábado apenas comenzado el otoño y disfrutamos de la vista al parque y de un fresco Pinot Noir junto a un carpaccio de salmón. Y lo hacemos sentados en la terraza conformada por el largo corredor de una antigua casona del siglo XVIII en plena Viña Santa Rita, a solo sólo 45 minutos de Santiago. El tiempo pasa lento y el vino se va rápido (es un Carmen Wave cuya botella cuesta aquí 5.850 pesos), pero antes de decidirnos por la siguiente botella, pasamos al comedor de su clásico Restaurant Doña Paula, lugar que destaca por sus vigas a la vista, muros de adobe y mobiliario de época. Aquí, donde en tiempos de la colonia ocurrieron hechos que hoy se leen en los libros de historia, probamos un bife de chorizo con verduras asadas, un filete con salsa a la pimienta y papas rosti, y unos sorrentinos de cordero con salsa de tomates y berenjenas. Acompaña un Malbec del otro lado de la cordillera, Doña Paula Estate 2016 (Doña Paula es una bodega argentina parte del grupo Santa Rita), con notas a moras, guindas y algo de tabaco y cuero. Bastante fresco, es un vino que anda bien con las carnes que llegan al punto de cocción pedido. Antes de terminar los platos, pedimos una copa de su hermano mayor, Doña Paula Selección de Bodega 2015, bastante más concentrado, de rica estructura y marcadas notas a ciruelas y pasas. La sobremesa es larga, el servicio es estupendo y cerramos con un rico flan casero con salsa cítrica y un cremoso arroz con leche condensada.
Ya son las 4 de la tarde y es hora de ir al Tour que tenemos reservado. Junto al guía y un grupo de turistas brasileños, partimos el recorrido caminando por el hermoso y gran parque levantado en 1880 (hoy con una superficie de 39 hectáreas), conformado por distintas especies de árboles, tres lagunas y varios monumentos. Es dentro de este parque donde también nos encontramos con su majestuosa Capilla de estilo neogótico construida en 1885, y junto con ella, el Hotel Casa Real, una gran casa de estilo pompeyano construida en la misma época. Luego de dar una vuelta por su moderna planta de embotellado, salas de vinificación y una de sus antiguas bodegas (que dejó de funcionar en 1972), bajamos al subterráneo de la antigua casona, lugar convertido ahora en una cava y donde se mantiene parte de las mejores cosechas de sus vinos Floresta, Triple C y su premiado Casa Real. Fue aquí donde Paula Jaraquemada albergó en 1818 a 120 soldados patriotas (en plena guerra de la Independencia), hecho histórico que dio origen al nombre del vino más emblemático de la viña, el famoso “120 de Santa Rita”. Seguimos en la cava y junto a una tabla de quesos, catamos tres de sus vinos premium: Triple C 2015, un blend elegante y de rica complejidad; Pehuén 2013, un Carmenere tremendo, y Bougainville 2013, un Petit Syrah potente y fresco. Volvemos a la superficie con la copa aún en la mano mientras cae la tarde en esta histórica viña del Valle del Maipo.
Viña Santa Rita.
Camino Padre Hurtado 0695, Alto Jahuel, Buin.
Más información sobre sus tours en www.santarita.com/visitanos/