
Si aun no las pruebas, deberías leer esto. Reconocidas mundialmente, San Pellegrino y Acqua Panna son dos aguas que son sinónimo de alta cocina y forman parte de la historia italiana. La primera, es un agua mineral con gasificación natural procedente del manantial de San Pellegrino Terme, en el corazón de los Alpes. Muy fina y de mucho carácter, la leyenda dice que ese manantial fue estudiado en el siglo XVI por Leonardo da Vinci, quien destacó de él sus excelentes propiedades, gracias a su contacto con rocas subterráneas. Pero fue hasta fines del siglo XIX, que comienza a embotellarse y poco a poco comienza su distribución a lo largo de todo el mundo. Perfecta para combinar con la comida y una copa de vino, o simplemente para disfrutarla sola, San Pellegrino es sinónimo de equilibrio y elegancia. Su agua “hermana”, Acqua Panna – ambas son marcas comerciales internacionales de Sanpellegrino S.p.A. – no se queda atrás con una larga historia que contar. Su origen, en la finca de Panna, se remonta a la época del Renacimiento, de la mano de los Medici, una prominente familia toscana, patrona de las artes y de la cultura. El manantial de Acqua Panna está situado en el territorio de Mugello, en los Montes Apeninos, una tierra verde con ondulantes colinas cubiertas de bosques de castaños. A partir de 1860, comienza a ser embotellada y en 1957 es adquirida por San Pellegrino. De extraordinaria pureza, es un agua que se disfruta hasta la última gota.
Disponibles en los mejores restaurantes de Chile y el mundo.
Es exquisita fina ..burbujeante relajante y de una frescura sobrenatural