“No sé qué comer” o “estoy entre dos o tres platos” son las frases más comunes a la hora de tomar la carta. Situaciones que precisamente el restaurant Tapas y Birra resuelve con la posibilidad de probar distintos bocados de su cocina mediterránea a un buen precio. Lo comprobamos disfrutando de un contundente picoteo en un ambiente acogedor al que dan ganas de volver.
Fueron constantes viajes a España los responsables del resultado de este lugar ubicado en Plaza Ñuñoa. Andrés Astorga, uno de sus socios, terminó por adoptar el concepto español de las tapas, conocidas como un aperitivo ideal para acompañar una bebida, y decidió instalarlo en Santiago como una forma entretenida de compartir una comida con amigos. Así lo notas al momento de llegar. Decenas de grupos de amigos deseosos de compartir, además de una cerveza artesanal, variados platos con la posibilidad de probar incluso sólo media porción de las propuestas mediterráneas que este restaurant ofrece.
Partimos por las tapas más frescas. Primero un Pulpo al Oliva ($4.500) bien cocinado y trozado con aceitunas sevillanas y un toque sutil de merkén. Seguimos con un Rollatini Philadelphia ($2.300 media porción) de jamón serrano relleno de palta, queso crema, pimiento morrón y una sencilla salsa de perejil cuya presentación se robaba las miradas. Ambos platos los acompañamos con una cerveza Altamira Amber Ale.
Continuamos con un Montadito de Filete ($2.600 media porción) con mozarella, pimiento morrón y rúcula. Un plato donde la conjugación de sus ingredientes juegan muy bien para que la mozarella se sienta liviana, sumado al leve y agradable picante de los condimentos. Seguimos por un Bocado de Filete Au Poivre ($2.900 media porción) el favorito de los carnívoros por lo tierno de su carne la que es complementada con una salsa de vino que hacía agua la boca y que, incluso, daban ganas de acompañar con unas papas bravas que también están en la carta. Quienes gusten de sabores novedosos en las empanadas (2.500 media porción) pueden pedir las de la casa: una de ceviche, bastante fresca, novedosa y agradable en boca, y la de queso cabra, tomate cherry y rúcula que resultó ser la más sabrosa.
La sorpresa de la noche fue uno de los platos estrellas del lugar: la Tortilla Riojana ($ 4.590)preparada con chorizo y cebolla, jugosa y de sabor perfectamente equilibrado. La acompañamos con una copa de Sangría ($1.900) hecha de vino tinto, triple sec, gin, jugo de naranja y manzana en trozos. Una combinación que, según Andrés Astorga, es la mejor armonía para quienes opten por este plato.
De picoteo en picoteo, terminamos por cerrar la noche con un Creme Brulee, más cremoso de lo habitual, con una consistencia entre una Crema Catalana y la tradicional receta de este postre que nos dejó igualmente contentos. Mientras comenzaba la música en vivo y descubríamos un innovador sistema de dispensadores de cerveza en la mesa, nos fuimos convencidos de que la fórmula de este restaurant funciona, más aún para quienes siempre terminan mirando el plato de al lado.
Tapas y Birra. Boulevard Plaza Ñuñoa, 19 de Abril N°3561 Local 110-112-114. Más información http://www.tapasybirra.cl/