
Una sabrosa y ecléctica propuesta de tapas a pequeños precios es lo que trae el nuevo y ondero Bar El Retiro. Instalado en el mismo lugar donde funciona el Teatro Mori, aquí solo hay que poner los platos al centro y dejarse llevar por los sabores de su amplia carta.
Tras dos o tres años sin contar con lugares de referencia, hay brotes verdes en Barrio Bellavista. Y es que cuando aparecen nuevas propuestas que llegan a dinamizar el barrio, no queda más que aplaudirlas. Bar El Retiro viene a cumplir ese rol, con una puesta en escena ondera y ecléctica, atributo que si bien, no es la único para visitarlo, es señal de aquí algo bueno está pasando.

Vigas a la vista, ladrillos desnudos, grandes juegos de espejos, suelos con piedras sueltas y un colorido mobiliario vintage, definen a este lugar situado en el mismo espacio donde funciona el clásico Teatro Mori de calle Constitución. A los múltiples ambientes, se suman dos terrazas, una a la calle y otra más amplia y fresca al interior.

Tan diverso como su ambiente resulta su cocina, una propuesta donde el tapeo manda y es suficiente para un recorrido que va desde los sabores mediterráneos a lo nikkei. Cócteles clásicos, jarras de sangría, sidras y vinos de etiquetas tradicionales acompañan la experiencia, ítems en los cuales falta aún por desarrollar.

Pero vamos al tapeo. Frescos y sabrosísimos resultan los Rollitos de Berenjena ($ 2.900, en la foto que sigue), con una materia prima muy bien tratada – esto de bajar el amargor a las berenjenas es todo un tema – y que llega rellena de un guiso de vegetales a la napolitana, grillados y gratinados.
En los mismos territorios vegetales, los curiosos Cebollines Gratinados ($ 3.600) vienen sobre una salsa de champiñones y gratinados con queso vegano y toques cítricos. Un platillo con el cual hay que atreverse, más aún cuando el cebollín está crujiente y se integra muy bien con el resto de los sabores.

Más tapeo mediterráneo hay en las Bruschetas de la Casa ($ 3.200, en la foto que sigue), con abundante jamón serrano, pimiento verde frito, hojas de rúcula y salsa alioli montado sobre crujientes tostadas. Otro, los Bocconcinis fritos en panko ($ 3.900), llegan con salsa romesco, salsa spicy y cebollín. Ambos platillos ricos, generosos y sin más pretensiones que hacer felices a sus comensales.

De su veta nikkei, un espectacular Tiradito de Salmón ($ 6.600, en la foto que sigue) con salsa ponzu, puré de palta, pebre de rabanito, masago y cilantro que ya quisieran varios restaurantes de especialidad, mientras que el Roll Parrillero ($ 4.500), llega con el tamaño preciso, relleno de camarón apanado y palta, y envuelto en queso crema flameado en chimichurri oriental y salsa nikkei.

La carta es amplia y además del tapeo, vale la pena darse una vuelta por sus hamburguesas – con una molienda que es una mezcla de cortes de filete y sobrecostilla nos cuentan, o sea, hay su buena dosis de grasita -, más aún cuando sorprenden con versiones como la Brown ($ 8.800, en la foto que sigue), exquisita y al punto perfecto, servida con huevo frito, rúcula y jalea de tocino con café y cebolla caramelizada. Todas vienen montadas en un esponjoso y muy liviano brioche.

Bar El Retiro
Constitución 181, Providencia
@elretirobar
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