
El primer Carmenere de Concha y Toro cumple dos décadas y lo celebra con un vino de edición limitada: Terrunyo 20 años Carmenere 2018, el cual busca homenajear a su primera versión resaltando las características y cualidades del viñedo de Peumo.
Un poco de historia.
En 1994 Jean Michel Boursiquot, ampelógrafo francés, comprobó que el llamado Merlot chileno era en realidad una cepa francesa que por años se pensó estaba extinguida: la Carmenere, El hecho, no solo tomó por sorpresa a la industria vitivinícola chilena, sino que también a todo el mundo del vino. De inmediato se presentó el enorme desafío de tomar esta maravilla vitivinícola del siglo 19 y convertirla en una variedad propia, con vinos capaces de competir con los grandes a nivel mundial.
Y nace el primer Carmenere de Concha y Toro.
Una de las primeras viñas en atreverse con esta cepa redescubierta fue Concha y Toro. Es así como con la añada 1998 nació Terrunyo Carmenere, el primer Carmenere de la viña y el primer vino chileno etiquetado como tal. Sus uvas provienen del viñedo Peumo, en el Valle del Cachapoal, el cual se caracteriza por estar en una ubicación privilegiada, naturalmente protegido y situado a 170 metros sobre el nivel del mar.
¿Y que se trae esta edición limitada?
Para este vino de edición limitada, Marcio Ramírez, enólogo jefe de la línea Terrunyo, decidió replicar la forma en que se hizo el Carmenere en 1998, usando solo la parte central del cuartel histórico del cual proviene Terrunyo Carmenere y vinificando la fruta un poco más temprano. El resultado es un vino rico, amable al paladar, con capas de especias dulces, chocolate, higo y leves notas tostadas.
“La única diferencia que tiene esta cosecha con la original de 1998, es que no quisimos usar madera nueva. Este vino solo tiene madera de primer y segundo uso, ya que nuestra idea era resaltar las características y cualidades del Carmenere de Peumo. Queríamos que mostrara todas sus especias, su vibrancia y su frescor”, explica Ramírez.
Un vino que viene a consagrar el inmenso trabajo que se ha realizado con la cepa y con su terroir, Peumo, reconocido mundialmente como el mejor lugar en Chile para la producción de esta variedad.