Aires frescos llegan a esta viña con una nueva línea de vinos monovarietales llamada Quiebre, y es que no es menor el giro que toman luego de una década de producir – solamente los años en que logran conseguir los estándares necesarios – tan solo una etiqueta: su vino icono Justo. Una mezcla que va cambiando con los años, dado que utilizan solo lo mejor de sus uvas. Probamos la cosecha 2007 – añada disponible y con la que es lanzado al mercado nacional –, un Syrah de alta gama profundo e intenso, con aromas a especias y tocino ahumado. Tiene un 15% de Petit Verdot que otorga nervio a la mezcla junto a recuerdos a maqui. Muy al estilo de lo que se daba por esos años en estructura, largo en boca y acidez; develan su alcurnia y añada histórica. Por esto vemos un quiebre real a la hora de apreciar su nueva propuesta con vinos frescos y de gama media; muy coherentes a la hora de hablar del terroir; Lolol, una cara más fresca del clásico Colchagua. Bajo esta línea producen 4 variedades: Carmenere, Cabernet Sauvignon, Syrah y Malbec, todos con una primera fermentación en acero inoxidable y luego en barricas neutras, siendo el Malbec el con mayor balance y complejidad a mi gusto. Aromas a moras y alcanfor aparecen de inmediato, seguido de un especiado sutil como es la flor del ajo y la pimienta blanca. Bien por Viña Nerkihue, su refresh y sus vinos más lolos.
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