#LoUltimo Experiencias Vinos que hay que probar

Lo nuevo de Chilcas

chilcas_

Vinos más amables, frutales y fáciles de beber, es la consigna que la gran mayoría de viñas chilenas viene siguiendo desde hace al menos tres o cuatro años. Via Wines es una de ellas y su línea Chilcas Single Vineyard su mejor ejemplo. Nuevas cosechas aparecen en el mercado y junto a ellas nuevas cepas, se incorporan al producto de un estilo de vinificación liderado por el enólogo Camilo Viani, trabajo que incluye la exploración y colaboración con pequeños productores. Para muestra, tres vinos blancos, todos del Valle del Itata, más precisamente en la zona de Guarilihue – en medio de la Cordillera de la Costa a 20 km del mar –, que no solo comparten frescura, sino también intensidad aromática. Ahí está el Chardonnay 2013, cuyas uvas nacen entre bosques de pinos, muy mineral y con marcadas notas a miel y pomelo, convirtiéndolo en un buen ejemplo de la cepa; el Moscatel 2014, elegante y muy perfumado – resultado de los 2 meses en que el mosto se mantuvo en contacto con la piel de la uva -, con el membrillo dominando todo el rato; o el aún joven Chasselas 2015, una variedad muy común en algunas zonas de Suiza y en el Valle del Loire, Francia, y que en Via Wines descubrieron perdidas entre parras de Moscatel. Se trata de un vino en que destacan las notas a manzana roja fresca y frutas tropicales como la guayaba, con un buen volumen en boca y un final seco. Un carácter frutal, domina a la mayoría de sus vinos tintos, como ocurre con el Cinsault 2014, que nace de parras viejas en pleno secano del Itata, que huele a berries y violetas, y que en boca se siente fresco y de rica acidez. Otro que proviene de parras viejas es el Pais 2014, pero es el Valle del Maule el que da vida un tinto rústico, que trae notas a cerezas y frutillas, fresco y muy fácil de beber. Toda una sorpresa es el Cabernet Sauvignon 2013, cuyas uvas son cosechadas en un campo ubicado en la zona de Nilahue, Valle de Colchagua. Un 4% de Cabernet Franc y un 3% de Petit Verdot le otorgan un carácter particular, que le resta agarre y le suma elegancia, junto a sus notas a fruta negra y moka. Para finalizar, no hay que olvidar su Cabernet Franc 2012 – del cual ya habíamos probado su cosecha 2010 -, un tinto que deja beber con sus taninos amables y notas que recuerdan a moras pero también a especias, fresco y frutal.

Los vinos de Chilcas Single Vineyard se encuentran en tiendas especializadas a un precio de referencia de $ 11.900

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: