En el emergente Barrio Italia, se instaló a principios de septiembre la pastelería Toortu. Con una vitrina desbordante de colores, no es difícil adivinar que se trata de una pastelería con influencias europeas, una tendencia que no todos son capaces de seguir, ya que replicar su “arte” no es tarea fácil. Y si bien la comida entra por los ojos, no se debe obviar el alma del producto: sus sabores y sensaciones en el paladar. Toortu no solo deleita la vista, sino también le hace justicia a su elegancia con los sabores bien afinados de sus petit gateau (todos a $ 1.690). Su pastelero, Felipe Gallardo, ha recorrido durante su formación países como Bélgica y Francia, lo cual se refleja con los chocolates Belcolade, materia prima que utiliza hábilmente y que se luce en pasteles como Guayaquil, el que viene con ganache de chocolate 71% cacao ecuatoriano, biscocho darquois de coco y una mousse de maní; Caracas, perfecta mezcla entre un chocolate de leche Venezolano de 43% cacao y un bavaroise de maracuyá y miel; o Santos, un eclair relleno de crema pastelera al café – de origen Brasil – y trocitos de higo deshidratado.
Por supuesto que no puede faltar la estrella nacional de la pastelería: el pie de limón, – también con toques de autor -, elaborado con limón de pica y jengibre, el cual trae un disco de chocolate peruano 64% cacao, entre la crema y el merengue, que le da un equilibrio que muchas veces se escapa entre tanto dulzor. Otro que sorprende es su brownie, hecho con un 60% de praliné y el resto con chocolate del Congo 94%, como también, el aclamado macarron, que en manos de esta pastelería logra saciar todas las expectativas con versiones como ganache de chocolate y pera. Y si aún no se dan por satisfechos con estas delicias, sepan que Felipe pronto incorporará sabores nacionales a sus creaciones – con productos del norte y del sur-, porque parte de la pasión de cocinar es la pasión por lo propio, algo que en el rubro pastelero no es muy fácil de ver.
Para completar la once perfecta, Toortu también ofrece pan fresco elaborado a partir de masa madre. Astrid Arriagada, la esposa de Felipe, es la encargada de la producción panadera; prácticamente autodidacta – guiada por su compañero y algunos libros -, decidió abandonar su carrera en el área de la salud para dedicarse al cuidado de las masas leudantes, una decisión que ha dado frutos admirables como sus crujientes baguettes. La recomendación, es llamar para reservar lo que se quiera probar, ya que en un par de horas se puede ver como desaparecen panes y pasteles. Mientras se espera, se puede disfrutar de un café en alguna de sus pequeñas mesas, y probar su versión con praliné, un imperdible para los más golosos.
Toortu.
Emilio Vaisse 592, Providencia.
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Fotografía: Sabine Greppo @ sabinegreppo.com
No he probado nada igual…!!!! Sus pasteles son los más ricos de santiago y la Baguette ya soy un fans.