Variadas propuestas de cocina Thai han emergido en los últimos años en Santiago. Sin embargo, pocos lugares poseen identidad. En busca de una cocina auténtica, llegamos a Nam Thai Cuisine, comandada por el joven chef Sebastián Mardones. Su sello es la cocina de autor, en una fusión de productos locales y originarios de Tailandia, respetando los ciclos estacionales de los productos y – como asegura Sebastián – manteniendo la “sinceridad en las preparaciones”, lo que se refleja en su minimalista Carta, sin nombres ostentosos en los platos.
Para abrir el apetito, comenzamos con dos cócteles muy creativos y exóticos a base de Pisco Waqar. Un Pisco Sour de Pomelo y Murta ($3.550), equilibrado, con cuerpo, seco y con un final levemente amargo. El otro, un Pisco macerado en guindilla – ají tailandés -, mezclado con manzana y apio ($3.550), que resulta un abreboca ideal, muy fresco, con un rico y persistente picor.
Como entrada, probamos unos Saquitos de carne ($5.450) hechos con masa wantan y cocinados al vapor. Acompañados con una salsa de pimentón dulce – que le entrega cierta dulzura y equilibrio al plato – y un tallarín a base de salsa de soya y curry, que comienza tímido y luego se apodera magistralmente del paladar. Complementando la armonía de sabores, unas hojas de Oxalis aportan sutiles notas ácidas al conjunto.
Seguimos con un Deshilachado de carne de res con curry de hongos ($7.950). La carne – cocinada al vacío durante cinco horas – viene servida en su jugo, con leche de coco, salsa de ostras, jengibre, azúcar morena y curry rojo y acompañada con hongos de temporada, paris y gargal. En pocillo aparte, un arroz blanco ideal para regular el picor de la preparación. Nuevamente el equilibrio, en un plato agridulce y sabroso, donde los sabores se expanden.
El momento dulce, vino con un postre muy entretenido y particular: Huevos de Nieve ($3.950). Una esponja de merengue rellena con helado de Guayaba y cubierta con crocante de maní, sobre un mouse de chirimoya con salsa de naranja y granizado de jengibre y lemon grass. Toda una experiencia dentro de una copa. A pesar de sus ingredientes, se trata de un postre muy suave y fresco, ideal para terminar la jornada.
Ciertamente el trabajo y la cuidada elección de los ingredientes, sobresalen en Nam Thai Cuisine. La armonía de sus preparaciones está presente desde los aperitivos a los postres, en una cocina que resulta una sinfonía de sabores.
Nam Thai Cuisine & Bar. General Flores 218, Providencia.
Más información en namrestaurant.cl
No me caben dudas de este lugar creado a pulso y con pasión no solo con lo que se hace si no en el como lo están haciendo a diario