Mistura nace en el 2008 como una aventura gastronómica de la Sociedad Peruana de Gastronomía (APEGA). Sin embargo, y con el correr de los años, se ha convertido en un proyecto imagen país, donde todos nos reunimos por un mismo hecho: COMER. Sin importar la edad, ni mucho menos la nacionalidad, Mistura es una de las ferias más grandes de Latinoamérica, por lo que es muy visitada por gente aprendiz, curiosa y apasionada por la gastronomía: cocineros, productores, periodistas, nutricionistas, sommeliers y el mismo pueblo peruano, a quienes hay que rendir tributo por el trabajo de conservación de las cocinas regionales y por mantener una gran despensa de productos nutritivos a lo largo de los siglos.
Este año, con la conservación de la biodiversidad y la nutrición como temas centrales, el Gran Mercado Apega fue una de las mayores atracciones. Productos traídos de distintas zonas de la costa, sierra y selva, fueron los protagonistas de un espacio donde más de cincuenta tipo de papas, convivían con frutas exóticas como el camu camu, yucas gigantes y una gran variedad de cítricos. Así mismo, en la Cocina del Gran Mercado, productores y cocineros – entre ellos Gastón Acurio, Virgilio Martínez y Héctor Solís – se dieron la mano preparando una serie de productos emblemáticos como yuquitas fritas, ceviche de tarwi y tacu tacu de pallar.
Para no perderse de nada, Mistura dividió su gastronomía en diferentes Mundos: Cevicherias, Norte, Sur, Criollo, Amazónico y Andino. Aquí no se podía quedar atrás el Mundo Oriental, con sus famosas Chifas y por supuesto, el de las Brasas, destacándose por sus anticuchos de corazón, la cilindrada y la caja china. Pero los amantes de los dulces, también tenían un espacio cien por ciento dedicado a la tradición dulcera de este país. Fueron más de cincuenta expositores, provenientes ciudades como Trujillo, Lambayeque, Chiclayo, Ica y Piura, los que nos dieron a conocer sus recetas de antaño, con delicias como chocotejas, queso helado, suspiro a la limeña, picarones, turrones y mazamorras.
Y claro, entre tanta degustación, no podía faltar un espacio dedicado a las refrescantes cervezas. En el pabellón del Mundo Cervecero conocimos la historia de esta bebida en el Perú, lo cual también fue una gran oportunidad para aprender de maridajes y conocer de propuestas artesanales. Muy interesante fue también la experiencia en el Mundo del Pisco y del Vino, donde diferentes viñas pisqueras – de zonas como Ica, Moquegua y Arequipa – presentaron sus joyitas. Aquí y cada una hora, la experta Lucero Villagarcía, realizaba sus catas de piscos, una excelente ocasión para conocer las diferentes variedades que se producen en el Perú. Y para terminar el recorrido, el Mundo de los Bares se transformaba en la mejor alternativa, desde clásicos cócteles como el Pisco Sour o el Capitán – conocido también como el “Manhattan Peruano” – hasta innovadores Sour a base de tumbo y Chilcanos con macerado de frutas.
Fotografía: APEGA.